-
Una señora acude al ginecólogo porque estaba un
poco mosqueada por unaraya negra que tenía en
la entrepierna, justo en la ingle.
- El médico la examina, le dice que no parece grave
y le receta una pomada, pidiéndole que regrese a
los quince días.
- Pasado ese tiempo, la mujer vuelve y resulta que la raya no había desaparecido, sino que, aún más, esta se había ensanchado.
- Entonces, el ginecólogo le receta una pomada más fuerte y le pide regresar en ocho días.
- La señora vuelve y la raya era más ancha aún, tanto que ahora el mosqueado era el médico. Tratando de encontrar una solución comienza a interrogarla:
- Dígame, ¿a qué se dedica su marido?.
- Es carpintero.
- ¡Ahí está, joder!. ¡Dígale a su esposo que cuando tenga ganas de irse para abajo se quite el lápiz de la oreja, cojones!.
Chistes relacionados
-
Una señora acude al ginecólogo porque estaba un
poco mosqueada por unaraya negra que tenía en
la entrepierna, justo en la ingle.
- El médico la examina, le dice que no parece grave
y le receta una pomada, pidiéndole que regrese a
los quince días.
- Pasado ese tiempo, la mujer vuelve y resulta que la raya no había desaparecido, sino que, aún más, esta se había ensanchado.
- Entonces, el ginecólogo le receta una pomada más fuerte y le pide regresar en ocho días.
- La señora vuelve y la raya era más ancha aún, tanto que ahora el mosqueado era el médico. Tratando de encontrar una solución comienza a interrogarla:
- Dígame, ¿a qué se dedica su marido?.
- Es carpintero. - ¡Ahí está, joder!. ¡Dígale a su esposo que cuando tenga ganas de irse para abajo se quite el lápiz de la oreja, cojones!.
Chistes relacionados
poco mosqueada por unaraya negra que tenía en
la entrepierna, justo en la ingle.
- El médico la examina, le dice que no parece grave
y le receta una pomada, pidiéndole que regrese a
los quince días.
- Pasado ese tiempo, la mujer vuelve y resulta que la raya no había desaparecido, sino que, aún más, esta se había ensanchado.
- Entonces, el ginecólogo le receta una pomada más fuerte y le pide regresar en ocho días.
- La señora vuelve y la raya era más ancha aún, tanto que ahora el mosqueado era el médico. Tratando de encontrar una solución comienza a interrogarla:
- Dígame, ¿a qué se dedica su marido?.
- Es carpintero. - ¡Ahí está, joder!. ¡Dígale a su esposo que cuando tenga ganas de irse para abajo se quite el lápiz de la oreja, cojones!.
Chistes relacionados
Chiste: El Misterio de la raya negra
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment